Madrid es una ciudad con leyendas sobre fantasmas, el los monumentos mas emblemáticos de la ciudad.
Creamos en ello o no sus historias están ligadas de forma indiscutible a estos lugares.
EL PALACIO DE LINARES
El palacio de Linares, situado en el paseo de Recoletos y la calle Alcalá abriendo su fachada principal a la Plaza de Cibeles.
José de Murga , y Raimunda de Osorio fueron los primeros duques de Linares.
José de Murga y Reolid le habría confesado a su padre, el rico comercial Mateo Murga y Michelena, haberse enamorado de una muchacha humilde, Raimunda Osorio, supuestamente hija de una cigarrera de Lavapiés. Al conocer su padre el nombre de la joven, horrorizado, habría mandado a su hijo a estudiar a Londres, con el fin de hacerle olvidar tal amor de juventud. La razón de su espanto vendría dada por el hecho de que esa muchacha humilde habría sido fruto de una infidelidad del propio Mateo con la madre de esta, y por tanto, ambos enamorados serían hermanos de padre.
Para que olvidara este amor, el padre del joven le mandó a estudiar a Londres, lejos de su amada. La razón, dicen, por la que el duque de linares rechazaba esta unión, es que él sabía que Raimunda en realidad era hermana del joven, un hecho que sin embargo, mantenía oculto para no desatar el escándalo.
Sin embargo, el duque de Linares murió y dejó una carta a su hijo que solo leyó después de haberse casado con Raimunda. Es entonces cuando descubrió su relación familiar con ella. Cuando tuvieron una hija, la asesinaron para que nadie descubriera su secreto.
Dicen que la niña murió emparedada en el palacio y que su fantasma, 'Mundita', se aparece de vez en cuando en las amplias estancias del edificio. La niña espectral canta melodías infantiles y llama insistentemente a sus padres.
En 1992, coincidiendo con los actos del quinto centenario de la llegada a América de Cristóbal Colón y de la capitalidad cultural europea de Madrid, el palacio de Linares se reabrió, tras una rehabilitación llevada a cabo por el arquitecto Carlos Puente Fernández, como Casa de América, un centro destinado al intercambio cultural entre España y América
EL MUSEO REINA SOFIA
El Museo Reina Sofia, situado en Atocha, tomo como sede el antiguo, Hospital General de Madrid que fue una institución sanitaria ubicada en Madrid que estuvo en servicio durante casi más de trescientos años.
En el siglo, XVI EL REY fELIPE II centralizo en este lugar todos los hospitales que estaban dispersos en la corte.
en el siglo XVIII ya se quedó antiguo y fue derribado por el rey Carlos III para edificar en el solar resultante un nuevo hospital. Finalmente, el 24 de febrero de 1780, el monarca, rubricó la ordenanza definitiva de creación del Colegio de Cirugía de Madrid, que fue inaugurado oficialmente el 1 de octubre de ese mismo año por su primer director, el doctor Antonio Gimbernat.
En 1788 se pararon las obras tras el fallecimiento de Carlos III y el edificio fue ocupado para asumir la función de hospital, aunque lo edificado hasta ese momento fuera únicamente la tercera parte del proyecto de Francesco Sabatini y José de Hermosilla.
Este edificio estuvo funcionando hasta el año 1965, donde fue testigo de epidemias, que llenó la ciudad de muertos y fue lugar de morgue y enterramientos.
Durante la guerra civil, fue el hospital de ambos lados y en sus sótanos se torturaban a aquellos que se oponían a la Republica, como los miembros del clero donde los fusilaban en su mismo patio .
La Ilustración Española y Americana, decía en sus páginas:
“Los enfermos se asoman por las ventanas del Hospital cuando atardece, para tomar el sol, el aire, y descubren sus rostros amarillentos, algunos casi moribundos. Rostros empalidecidos por la enfermedad o quien sabe si por el sufrimiento, hondo sufrimiento, de pernoctar en un edificio donde suelen ocurrir cosas extrañas nunca explicables, apariciones, ruidos y sombras fantasmales. Es la queja de los propios enfermos”
El pabellón norte del viejo Hospital General (actual conservatorio) se convertiría en la sede del Hospital Clínico de San Carlos desde 1875.
Durante las obras para su transformación en Centro de Arte en 1980, empezaron a aparecer cientos de esqueletos ocultos entre los muros.
Además todavía se afirma que aparecieron los cuerpos momificados de tres monjas que murieron asesinadas y que todavía sus cuerpos siguen entre los muros.
En los 90 empezaron a surgir rumores de que los ascensores subían y bajaban solos y que las luces se encendían y apagaban solas.
Los medios de comunicación escribieron y hablaron largo y tendido, afirmando que los vigilantes de seguridad habían sido testigos de todos estos hechos extraños y la leyenda continuo creciendo con una nueva aparición: una silueta vestida de negro, como una monja, que recorría por la noche los pasillos del edificio. La sugestión y la histeria colectiva hicieron el resto, de modo que, algunos empleados del museo pidieron la baja, especialmente aquellos que tenían el turno noche.
Pero esta historia, que puede parecer 'anecdótica', fue el comienzo de una serie de investigaciones más formales, ya que la situación era tal, que muchos vigilantes pedían la baja o directamente, abandonaban el trabajo.
La investigación 'Ata' descubrió por ejemplo, que había muchos cuerpos enterrados y momificados en las instalaciones del museo. Y también consiguieron dar con el nombre de más 'espíritus' en otras sesiones de güija. Y a pesar de que todo se sigue tratando con cautela y secretismo, aún persiste la incógnita de cómo pudo desaparecer una obra de 38 toneladas de peso que pertenecía al escultor Richard Serra y que un buen día directamente 'se esfumó' del museo.
LA CASA DE LAS SIETE CHIMENEAS
La casa de las siete chimeneas situado en Chueca, y asomando a la plaza del rey, construida en 1577, y llamada por ese nombre, ya que dispone dé siete chimeneas alineadas en su tejado.
El rey Felipe II mandó construir la casa para su hija Elena, y el capitán Zapata, que era caballero a sus órdenes.
Este último tubo que partir a Flandes donde murió en la batalla de San Quintin.
Elena cayó en un profunda depresión y se quedo reclutada en su cuarto.
Al poco tiempo ls viuda apareció muerta, con signos vde arma blanca por su cuerpo.
Lo escabroso de la historia comienza con la desaparición del cadáver de Elena, de la cual es acusado su propio padre (se cuenta incluso que pudo haberla emparedado en la misma casa). No sabemos si por los remordimientos o por la presión popular, el acusado apareció ahorcado poco después en una viga del edificio.
Las investigaciones de la desaparición del cuerpo no llegaron a buen puerto y el cadáver tampoco apareció, hecho que favoreció el surgimiento de la leyenda negra de la casa.
Unas semanas más tarde, en los mentideros de la Villa sólo se hablaba de una cosa: el fantasma de una mujer vestida de blanco que, con una antorcha en la mano, recorría el tejado de la Casa de las Siete Chimeneas, luego se arrodillaba, se santiguaba y comenzaba a golpearse en el pecho antes de desaparecer. Prácticamente todos los habitantes de la ciudad aseguraban haber visto el fantasma de la difunta Elena.
El presunto crimen pasional de Felipe II
Pero sobre esta casa pesan otros misterios e historias, como la relativa a un caballero adinerado que había amasado una gran fortuna en Perú. Cuando su estado de salud empeoró y empezó a notar los achaques de la edad, decidió volver a Madrid y fijar su hogar en la Casa de las Siete Chimeneas.
Además (por recomendación de un médico amigo suyo) inició una relación con una bella joven de apenas 20 años, con quien se casó poco tiempo después.
La muchacha se vio de pronto en una situación desesperada, pasando incluso su noche de bodas llorando amargamente en sus aposentos. Una vez concluyó el banquete, el hombre fue en busca de su esposa, pero no la encontró en ninguna dependencia de la casa. Finalmente, se le ocurrió bajar al sótano, donde halló el cadáver de su mujer con un puñal decorado con ricas gemas de diversos colores clavado en el pecho.
El rumor que empezó a girar en torno a esta misteriosa muerte era que el propio rey Felipe II (presunto amante de la joven) asesinó a su amada movido por unos incontrolables celos.
A partir de ese momento, se cuenta que el fantasma de la mujer ronda el sótano de la casa, haciendo tintinear las monedas que el rey le había regalado como arras de boda.
A finales del siglo XIX la casa se convierte en sede del Banco de Castilla. Durante las obras de reforma del edificio, apareció en el sótano un esqueleto de mujer y algunas monedas de oro datadas del siglo XVI (época en la que tuvieron lugar los macabros sucesos relatados anteriormente).
Tras esta primera reforma, otras obras de remodelación han tenido lugar en la casa, como las realizadas en el año 1960, durante las cuales los obreros descubrieron otro esqueleto humano, esta vez correspondiente a un hombre. Nadie nunca supo a quién pudo pertenecer el cuerpo, ni la causa de su muerte.
Sin duda, la Casa de las Siete Chimeneas es uno de los enclaves más misteriosos de la capital, con multitud de sucesos sin resolver. Sólo queda esperar que no se produzca ningún nuevo descubrimiento macabro dentro de las paredes del edificio.
LA SALA JOY ESLAVA
La sala Joy Eslava sitiada en la calle Arenal 12 , fue un teatro cuyo nombre era el Teatro Eslava.
Luis Antón del Olmet era un escritor y dramaturgo que murió de un modo truculento en el antiguo teatro.
A finales del siglo XIX nació como un sala de conciertos, obras teatrales y zarzuelas.
Lo fundó Bonifacio Eslava, sobrino del compositor Hilarión Eslava, y y se izo muy famosa
El escritor se hizo bastante famoso en el Madrid de principios de siglo, en el ambiente bohemio que imperaba en aquella época.
Murió asesinado el 2 de marzo de 1923, mientras preparaba el estreno de una de sus obras (“El capitán sin alma”) en el Teatro Eslava, que era, por así decirlo, su centro de actividades.
El asesino fue su socio y colega el escritor Alfonso Vidal y Planas, parece ser que por causa de una cada vez más agria rivalidad entre escritores… Y el rumor de que Olmet hubiera tenido una relación secreta con Catalina, la esposa de Vidal. Otros dicen que la mujer implicada era otra, de la que nunca se ha sabido la identidad.
Desde que sucedió esta muerte nació la leyenda, y que el espíritu de Olman vagaba por las noche buscando a su amor perdido.
En 1873, Eslava alquiló el salón al empresario José Leyva que reformó el local con una distribución en dos pisos, dos elegantes escaleras y una capacidad para mil doscientos espectadores, distribuidos en sus 364 butacas de rejillas, en la platea, doce palcos para seis personas en cada piso y 672 asientos de gradas de platea y principal.
El origen de nuestra historia comienza con la amistad de dos jovenes autores que rivalizaban para estrenar su obras. Sus nombres eran Luis Antón Olmet y Alfredo Vidal.
Luis Antón del Olmet alcanzó un cierto renombre en el panorama literario madrileño de principios del siglo XX. Como era frecuente por la época, del bajo mundo del periodismo y la escritura consiguió diputado en 1914.
Olmet, fuente Wikipedia
El 2 de marzo de 1922, Antón de Olmet se encontraba en el escenario del teatro Eslava ultimando los preparativos para el estreno de su obra El capitán sin alma. Entonces llegó Alfonso Vidal, tras una discusión a gritos Vidal disparó a Olmet matándole de un certero disparo.
Vidal, fuente Wikipedia
No se conoce bien el motivo, unos opinaban que fue por celos profesionales y otros porque Olmet se acostaba con la mujer de Vidal. Finalmente Vidal fue condenado a 12 años de cárcel.
Desde entonces, dicen algunos, que el fantasma de Olmet vaga por el teatro Eslava hoy discoteca. Dicen que por las noches, después de cada espectáculo, cuando el personal de limpieza ha terminado su tarea, los vigilantes de seguridad oyen puertas que se cierran de golpe, luces que se encienden y se apagan, el murmullo de una sombra que se desliza por los pasillos.
Foto José M. Bustos
Es el fantasma de Luis Antón Olmet, que aparece de madrugada para ver la representación de su obra y recibir la felicitación de su dama. Pero no las encuentra y por eso sigue apareciendo cada noche.
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